sábado, 30 de octubre de 2010

Adaptación de guitarra con clavijero de "palo" por uno moderno.

Este es el primero de muchos artículos que iremos subiendo para que vayáis descubriendo las posibilidades de la luthería. Espero los disfrutéis tanto como nosotros realizándolos.

En el taller hacemos multitud de trabajos a medida y al gusto del cliente. Hoy vamos a mostraros brevemente la adaptación de una guitarra flamenca con clavijero de"palo" a un clavijero moderno más fiable. Los clavijeros de "palo" tienen por ventaja su mayor masa,y por tanto cuerpo en el sonido, estética antigua, aunque en contra está su estabilidad y precisión en la afinación.



Clavijero ya marcado para la operación


El instrumento en cuestión es un ejemplar de 1998 construida artesanalmente por Francisco Márquez Célis,propiedad de Juan Miguel Cabral para todos conocido como "Coyote, músico excelente y entrañable donde los haya, al cual le tenemos muchísimo cariño aquí en nuestro(y vuestro) taller.
Este es un proceso muy delicado, y conlleva gran responsabilidad. En esta operación hay que contar con el plano estético y funcional,porque a pesar de ser un cambio práctico tiene que quedar muy bonito!!!.
      De una manera totalmente artesanal, tras decidir, medir, marcar, quitar la madera sobrante de los huecos propios para que entre el nuevo clavijero,el taller, se impregna del fragante y amargo aroma del cedro (cedrela). Luego entran en juego formones, cuchillos,y por último la lija para dar forma y volver a barnizar la pala, esta vez y para nuestro regocijo con goma laca y a muñequilla, técnica ancestral de barnizado en la cual va unido el pulido (porque a pesar de que nosotros somos muy modernos, lo antiguo es lo que mola!!). El resultado es el siguiente:


Vista de perfil. Nótese la elección del clavijero
con piezas de ébano al gusto del cliente.

Ea! Guitarra nueva y sin problemas de desafinación en directo.

jueves, 28 de octubre de 2010

Hola a todos!

Para inaugurar mi blog os dejo una entrevista que me hicieron hará cosa de un año para un periódico de ámbito provincial, creo que es una buena manera de que me conozcáis.
¡Un saludo y bienvenidos a mi taller!

LA VOZ DE CÁDIZ

El artesano de la música

Este músico es uno de los principales expertos de la provincia en la reparación y la construcción de instrumentos de cuerda, que arregla en su taller de Jerez





Jesús Cabral no está seguro de si fue antes músico o luthier, o lo que es lo mismo, un experto en construir, ajustar o reparar instrumentos de cuerda frotada y pulsada. Él cree que sus dos vocaciones, que luego se transformaron en profesiones (también es el bajista del grupo Leda Tres), han ido siempre de la mano: «Desde que era más joven y empecé a tocar, y cuando junto a mi hermano hacíamos nuestros propios instrumentos».
Una vez emprendido este camino lo que sí pudo comprobar es que en una ciudad con tanta tradición musical como Jerez, en la que hay tan buenos guitarristas de flamenco y que cuenta con un conservatorio y escuelas de música, no había ningún luthier con un taller especializado. «Sorprendentemente aquí no ha habido tradición por esta profesión, aunque sí algunos constructores de guitarra española».
Esa es una de las razones por las que se decidió a dar el paso empresarial y convertir esa pasión por los instrumentos y su experiencia en un negocio propio.
Pero antes de descubrir que ése era su futuro inició unos estudios universitarios que acabó dejando porque «mi camino estaba por otro lado, con la madera». Por eso, y con la intención de familiarizarse con este material, empezó a fabricar muebles, a barnizarlos y tratarlos, hasta que se convirtió en un buen carpintero y ebanista.
Fue entonces, y cuando ya empezaba a estar harto de barnizar puertas, cuando le surgió la oportunidad de realizar un curso de guitarrería con el maestro Antonio Ullén, de El Puerto de Santa María, que enlazó con más formación a través de convocatorias del Centro Andaluz de Flamenco (CAF) o estudios de contrabajo.
Suma de conocimientos
Así, paso a paso, fue sumando a su experiencia con la madera los conocimientos concretos que exigen los intérpretes de cuerda y que se precisan para que por sus manos pudieran pasar instrumentos clásicos como los violines, chelos, contrabajos o violas, pero también las guitarras clásicas, las eléctricas, los bajos y «todo lo que me quieran traer al taller». En su formación también ha tenido un papel importante el taller de luthería de Sergi Martí, en Valencia, desde donde le han aconsejado y ayudado siempre. Sin olvidar que él no deja de estudiar y de consultar libros o páginas web.
Su fama de artesano de instrumentos se fue extendiendo y todos sus amigos le llevaban los suyos, lo que le fue labrando un nombre por su exquisita manera de trabajar. Así que hace ya unos seis años montó el primer taller en su casa y empezó a tener un volumen de trabajo importante que le hizo plantearse crear una empresa.
Cabral se hizo autónomo y contactó con el Ayuntamiento, gracias al cual realizó un curso de nuevos yacimientos de empleo que le dio acceso a un local del vivero de empresas Andana, en El Portal.
Allí tiene actualmente su taller, en el que las herramientas tradicionales de la carpintería conviven con las específicas de la luthería, y al que los profesionales de la música acuden para que les dé soluciones si tienen algún problema o para que les construya a medida un instrumento. El de Cabral es un servicio personalizado, y se centra sobre todo en las reparaciones y los ajustes: «aunque poco a poco acepto encargos más ambiciosos y fabrico lo que algún cliente tiene en mente».
Esa forma de iniciar el negocio casa con su filosofía de «hacer las inversiones sin demasiados riesgos». En este sentido, ha sentido apoyos a la hora de hacerse autónomo, incluso le han llegado ayudas. Hoy en día, no hay prácticamente ni un instrumento en Jerez y su entorno que no haya pasado por sus manos. Incluso las tiendas le mandan lo que les llega de fábrica para que haga la puesta a punto. Y él acepta todo tipo de consultas. «Casi siempre se puede dar una solución, pero la última palabra la tiene el cliente».